PEUGEOT, Protagonista en la historia del séptimo arte

Desde hace casi un siglo, PEUGEOT ha estado muy presente en películas, series de televisión y, en tiempos más recientes, series producidas en plataformas de “streaming”. Una evolución que se ha podido ver en producciones audiovisuales de nuestro país, empezando por el duelo de elegancia entre Arturo Fernández y el PEUGEOT 404 en el film “El Relicario” (1970), coprotagonizado por la recientemente fallecida Carmen Sevilla. En otro registro, los PEUGEOT 205 y Partner volaron por los aires en “Torrente 3: el protector” (2005) en una peculiar persecución con Jesulín de Ubrique y Santiago Segura. La marca también se ha adaptado a las nuevas plataformas audiovisuales, como demuestra la serie de Netflix “Las Chicas del Cable”, una serie en la que se puede ver tanto el frontal inconfundible del PEUGEOT 402 como la silueta lujosa del PEUGEOT 601. El PEUGEOT 203, por su parte, aparece en episodios de la serie de intriga y misterio “Un Asunto Privado”, ambientada en los años 40 y 50.

La película chilena “1976”, una de las últimas revelaciones del cine iberoamericano que ha supuesto el debut de la directora Manuela Martelli, ha reservado un papel muy especial al PEUGEOT 404, que es el vehículo de la protagonista, una madre de familia que se ve envuelta en una intriga ambientada en la represión de la dictadura de Pinochet.

En Francia, como no podía ser menos, los PEUGEOT han estado muy presentes en todo tipo de producciones. En 1936, el año del primer verano en el que se pudo disfrutar de vacaciones pagadas en el país vecino, . surgió una de las primeras “road movies” de la historia: “Prends la Route”, estrenada en España como “La Traviesa Juventud”. En esta cinta del prolífico director Jean Boyer, la pareja protagonista iniciaba un viaje a la playa lleno de enredos, confusiones y aventuras al volante de un espectacular PEUGEOT 301 CR Roadster descapotable, un automóvil deportivo y elegante, ideal para la seducción.

Nacido en Hollywood, el cine negro tuvo una gran influencia en Francia, donde se produjeron cintas tan interesantes como “Sólo un testigo” (Un témoin dans la ville, 1959), en la que Lambert, un taxista al volante de un PEUGEOT 403, es la única persona que conoce al culpable del asesinato, por celos, de un rico industrial. Venganza y suspense de la mano del director Édouard Molinaro.

Intriga, tráfico de armas e ingredientes de “road movies” se unen en un clásico de la “Nouvelle Vague”: Pierrot, el loco (1965). Dirigida por Jean-Luc Godard y con la presencia estelar de Jean-Paul Belmondo, este auténtico clásico daba protagonismo al elegante PEUGEOT 404 en el viaje de una pareja de fugitivos desde París a la costa mediterránea, huyendo de una banda de sicarios.

La comedia costumbrista característica de nuestros vecinos también ha contado con la presencia de PEUGEOT. Dos buenos ejemplos clásicos son “Heureux Anniversaire” (1962), que narra las desventuras de un marido que busca el regalo perfecto para su esposa recorriendo la ciudad en su PEUGEOT 203, y “La Communale” (1965), donde un maestro rural revoluciona la tranquila vida de su pueblo al comprarse un PEUGEOT 301.

El León también ha dado el salto a Hollywood en series y películas anteriores, como, por ejemplo, Colombo (1968), protagonizada por Peter Falk, que resolvía crímenes siempre al volante de un PEUGEOT 403 Cabrio en un estado de conservación y funcionamiento lamentable, al más puro estilo del teniente de Los Angeles. Y hasta el archiconocido James Bond, en la película ‘Solo para tus ojos’ (1981) conducía un mítico Peugeot 504, cuyo objetivo era recuperar un dispositivo militar secreto antes de ser vendido a mafiosos rusos.

En épocas más recientes, un incipiente director francés llamado Luc Besson sorprendió a todos los espectadores a nivel internacional con una película que pasó a ser de culto para los apasionados del cine de acción: ‘Taxi’. En aquella ocasión, un taxista muy especial de la ciudad de Marsella, interpretado por Samy Naceri, equipaba su PEUGEOT 406 como si de una nave espacial se tratase y esquivaba coches por las tortuosas calles de la ciudad francesa. Un éxito que ha dado lugar a varias secuelas, siempre con el 406 como gran estrella.

Pero no es esta la primera incursión de PEUGEOT en el cine de acción, ya que el director y productor Luc Besson siempre ha tenido presente a la marca del león en sus películas. Taquillazos como ‘Transporter’ (2002), ‘Venganza’ (2008), ‘Lucy’ (2014) o ‘Tres días para matar’ (2014) han hecho que actores y actrices tan famosos como Jason Statham, Liam Neeson, Scarlett Johansson o Kevin Costner hayan conducido en trepidantes persecuciones modelos como el PEUGEOT 607, el PEUGEOT 2008, el PEUGEOT RCZ o el PEUGEOT 308, entre otros.

Pero no solo el genial cineasta francés ha contado con PEUGEOT como un protagonista más para sus películas. Harrison Ford, caracterizado como el doctor Richard Walken, conducía un PEUGEOT 604 junto a su esposa por París reviviendo su luna de miel hasta que esta última desaparece misteriosamente en ‘Frenético’ (1988), de Roman Polanski.

Otra gran escena de acción y persecuciones con un PEUGEOT como protagonista sucede en la película ‘Ronin’ (1998), con un reparto de excepción en el que sobresalen Robert de Niro y Jean Reno, en la que los buenos, montados en un PEUGEOT 406, persiguen a los malos a toda velocidad por varias ciudades europeas. En este film también se pueden ver otros modelos como el PEUGEOT 306, el 405, el PEUGEOT Partner y el PEUGEOT 205.

Últimamente, la sorprendente ‘Blade Runner 2049’ (2017) muestra un PEUGEOT muy especial, ya que es un híbrido entre moto y coche futurista que el protagonista de la cinta, Ryan Gosling, elige como vehículo para moverse por el entorno apocalíptico que dibuja el remake del gran film dirigido por Ridley Scott en 1982. 

En otras cinematografías, el PEUGEOT 604 protagonizó una de las últimas películas de nacionalidad yugoslava “204-272”, una comedia en la que un alto funcionario abusaba de los privilegios del cargo en compañía de su amante. En países islámicos, PEUGEOT es el compañero perfecto para viajes que transforman a sus protagonistas, como se puede ver en la peregrinación a La Meca de la franco-marroquí “Le Grand Voyage” (2004), a bordo del PEUGEOT 405 o la iraní “El Sol brilla igual para Todos” (2006), donde una familia inicia un periplo en un PEUGEOT 405 Break en busca de un milagro que cure al padre gravemente enfermo.