Álex Palou, historia de un campeón

Primeros pasos: del karting al equipo Campo

Nacido en 1997 en Sant Antoni de Vilamajor, un pequeño pueblo en las faldas del Montseny, Álex arranca en la niñez, como suele ser habitual, en los karts. Aquí se vio las caras con algunos de los mejores pilotos de la actualidad: Esteban Ocon, Carlos Sainz o el vigente campeón de la F1 con el equipo Red Bull Honda, Max Verstappen.

En 2014, como ocurriera con Fernando Alonso y Antonio García, se fija en él Adrián Campos. Campos lo recluta para su equipo y le brinda la oportunidad de competir en el EuroFormula Open. Álex estuvo a la altura: en su primera carrera, logró la pole y el triunfo. Además, quedó tercero en la clasificación general del campeonato. En 2015 y 2016, disputó la GP3 Series todavía con el equipo Campos. Apuntaba maneras, pero aún tenía que conseguir que los grandes se fijaran en él.

Rumbo al país del sol naciente

En 2017, Álex decide trasladarse a Japón. Un equipo modesto, el Threebond, se había interesado por él. Además, disputó algunas carreras de Fórmula Renault 3.5 y Fórmula 2. En 2018, hace un pequeño paréntesis en su etapa japonesa y regresa a Europa de la mano de Hitech. El proyecto, financiado por Nikita Mazepin, trataba de hacerse un hueco en la Fórmula 3. Álex se subió al podio en numerosas ocasiones, pero sería Mick Suchmacher (Prema) quien se llevara el gato al agua.

Álex vuelve a Japón, pero ahora busca competir en Super Formula, el máximo campeonato nacional, por el que han desfilado un sinfín de pilotos de Fórmula 1 y resistencia. Álex venció en Fuji y mantuvo sus opciones al título hasta la última carrera. Todo el mundo le auguraba un futuro prometedor en Japón.

Giro inesperado: campeón de la IndyCar

Pero los planes de Dale Coyne y el Team Goh para Álex eran un poco diferentes. Su objetivo no era otro que la IndyCar. En su temporada como rookie, en 2020, alguien supo apreciar su potencial. Nada más y nada menos que Chip Ganassi, dueño del equipo más potente de la categoría.

La constancia a lo largo de todo el campeonato ha sido vital para el joven piloto. Tanto que en la última prueba de la temporada, en el circuito callejero de Long Beach, le bastó un cuarto puesto para hacerse con el título. Álex llegó a la cita californiana con muchas posibilidades. De hecho, con terminar entre los doce primeros, el título era matemáticamente suyo. Solo Patricio O’Ward (McLaren) y Josef Newgarden (Penske) podían truncar sus aspiraciones. Ambos partían, justamente, por delante de él. Las alarmas saltaron al recibir Álex un golpe en la primera vuelta. Por fortuna, todo quedó en un susto. O’Ward, en cambio, sí salió perjudicado: sufrió un trompo y acabó rompiendo un palier.

Muy mal tenía que hacerlo Álex y muy bien Newgarden para que cambiaran las tornas. Y así fue como Álex se proclamó campeón del mundo de la IndyCar en Long Beach. Muchos ya se preguntan qué le tendrá reservado el futuro a este jovencísimo piloto. Álex Palou ya es historia. Hasta donde crezca su leyenda, es lo que habremos de ir descubriendo en los años por venir.

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