Sio creías haberlo visto todo, prepárate: llega la revolución de la F1

A escasos días de que arranque la temporada de F1, los aficionados a los deportes del motor permanecemos expectantes. Apenas han transcurrido tres meses desde que acabó el Mundial de 2021. Max Verstappen se proclamaba campeón con el equipo Red Bull Racing – Honda y la compañía nipona se despedía de su participación directa en esta competición. En este paréntesis, la FIA introdujo toda una batería de cambios reglamentarios. Los equipos se han visto obligados a trabajar contrarreloj para poder tener los monoplazas a tiempo. Y es que había que rehacerlos de cero. Ningún componente era igual al del año anterior. Toda una revolución, no solo para Red Bull Racing, sino para el conjunto de equipos que compiten en la F1.

Diseño y tecnología para reescribir la historia de la F1

Este giro argumental que ha dado la FIA nos ha dejado con la boca abierta y unas ganas locas de que arranque el Campeonato. En palabras del gran ingeniero y diseñador Adrian Newey, director técnico del equipo Red Bull Racing, se trata “del mayor cambio en 40 años en la F1, desde 1983, cuando se prohibieron los coches con túneles de Venturi y se introdujeron los de fondo plano”. Por si fuera poco, en este tiempo también se han producido cambios internos en el equipo. Aunque Honda, bajo las siglas HRC, sigue proporcionando soporte a Red Bull Powertrains (encargada de suministrar las unidades de potencia que emplean tecnología Honda a los equipos Red Bull Racing y Alpha Tauri), su implicación, obviamente, es menor que en temporadas anteriores. Sin embargo, fruto de esta colaboración, el nuevo logotipo de HRC (Honda Racing Corporation) será visible en los monoplazas de ambos equipos.

Quien se ha implicado, y mucho, es la compañía de soluciones tecnológicas Oracle. Hasta el punto de que el equipo ha sido rebautizado como Oracle Red Bull Racing. Sigue vistiendo sus colores insignia, azul marino, rojo y amarillo, aunque ahora luce el logo de Oracle, bien visible, en el alerón trasero y en los laterales del coche. Pero hay muchas novedades más que llaman la atención a simple vista. Modificaciones importantes que afectan tanto al diseño como a la tecnología. La historia de la F1 se reescribe este año a golpe de innovación. La intención última, brindar el máximo espectáculo y hacer que las carreras sean más competitivas y emocionantes. Esta temporada promete ser no apta para cardíacos.

“Es una hoja en blanco para todos los equipos”, afirmaba Christian Horner, director general del equipo Red Bull Racing, durante la presentación oficial del flamante RB18 en Milton Keynes el pasado febrero. Es más que probable que el RB18 que veamos competir en el circuito de Bahrein el próximo fin de semana no tenga nada que ver con el que se ha podido ver en los tests de Barcelona. Y, seguramente siga evolucionando rápidamente durante toda la temporada. Sin duda, un aliciente añadido para no perdernos ni una sola carrera.

El retorno del “efecto suelo”

En los corrillos ya se comenta que el RB18 va a ser muy rápido gracias al nuevo suelo. La idea es que la aerodinámica del coche dependa menos de los alerones. ¿Por qué? Porque pierden efectividad cuando reciben turbulencias. Al hacer que el monoplaza ruede más pegado al suelo, se favorece el “efecto suelo”. Este fenómeno genera un efecto de succión que permite aumentar la velocidad. Además, contribuye a reducir las turbulencias. Esto no es nuevo. Ya se hacía en los 70 y los 80 y ahora vuelve para simplificar las cosas. Adiós a los bargeboards, aletines y el sinfín de elementos que se han ido incorporando para tratar de mejorar el flujo aerodinámico. Incluso los alerones delantero y trasero son más sencillos.

Por supuesto, la conducción será diferente porque el vehículo encontrará menor resistencia. “Costará al principio”, asegura Max Verstappen. “No será llegar y correr, habrá que adaptarse”. También los neumáticos son más grandes, dado que las llantas pasan de 13 a 18 pulgadas. Las ruedas de 18 pulgadas tienen menor amortiguación y son más sensibles a los cambios de dirección. Por su tamaño, restan visibilidad a los pilotos y redundan en un aumento de peso del coche. Eso sí, sufren menos degradación y sobrecalentamiento. No sabemos si afectará al récord que Red Bull ostenta en el cambio de neumáticos. Lo que sí sabemos, o nos podemos imaginar, es que Horner ya habrá pensado en algo.

Esbeltos, sencillos y veloces: leña al fuego de la competición

Pero hay más. Mucho más. Las unidades de potencia también son mayores, tienen restringidos ciertos materiales y han de responder a idénticas especificaciones. Aparte, se alimentarán con combustibles más sostenibles. También se ha buscado garantizar la seguridad de los pilotos con un morro y laterales más resistentes al impacto. En caso de colisión, se han mejorado ciertos elementos para que los restos del automóvil no queden desperdigados por la pista. El objetivo es que no haya diferencias ostensibles entre los coches y que sean capaces de seguir la estela de sus rivales. Para que las carreras nos hagan vibrar más si cabe. Y encima es que el diseño resultante es tremendamente bonito, quizás de los más bonitos que se han visto nunca. Más esbelto, más sencillo, pero muy atractivo.

Amantes de la F1, bienvenidos a una nueva era, la era de los RB18 y los fieros guerreros que los acompañarán en la parrilla. El espectáculo de la F1 está a punto de comenzar. No te olvides de las palomitas. Ah, y que gane el mejor.

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