Consejos para que tu Honda y tú disfrutéis del verano junto al mar

El verano está a la vuelta de la esquina. Y con él llegan las ansiadas vacaciones. La playa es, indiscutiblemente, el destino favorito de la mayoría. Todavía faltan unas semanas, pero ya casi puedes oler el salitre y sentir la arena caliente bajo las plantas de los pies. El sol brilla en medio de un cielo azul y sin rastro de nubes. Verano en estado puro. Ahora bien, estas sensaciones que tanto te gustan a ti, en ocasiones no son las que más convienen a tu Honda.

Nadie dice que no puedas llegar hasta el borde mismo de la playa con tu coche, pero busca siempre un sitio adecuado donde aparcarlo. Si sigues nuestros consejos, no tendrás que preocuparte por nada –más que de untarte el protector solar y colocar convenientemente la sombrilla.

La arena es tan curiosa como dañina

Piensa en los días de viento, en cómo la arena, con esa curiosidad suya, se te mete hasta por el último recoveco del cuerpo. Y lo que cuesta de quitar. Ahora, piensa en lo que supone esto mismo para tu coche. La arena no solo es difícil de sacar del interior del habitáculo; también puede llegar a ser perjudicial para la pintura, los cristales e incluso los faros. Lo mejor es aparcar lejos de la arena, en un lugar bien resguardado. Y, por supuesto, obligar a todos los ocupantes a lavarse y secarse bien antes de subir al coche.

Sol y salitre, un cóctel peligroso

La sensación de la brisa marina acariciando la piel es deliciosa. Pero, de nuevo, para tu Honda, no es lo más recomendable. El salitre que impregna esta rica brisa es uno de los agentes corrosivos más potentes que existen. La exposición a elementos tan dañinos como el sol y el salitre puede deteriorar en un abrir y cerrar de ojos los elementos metálicos del automóvil y hasta el motor. Evita estacionar el coche a pleno sol. Aunque tengas que dar más vueltas, buscar un hueco en la sombra o incluso pagar por unas horas en el aparcamiento más cercano, la pintura y la carrocería te lo agradecerán.

Cuidado con el calor

Una temperatura excesivamente elevada puede dañar ciertos componentes. Los neumáticos, por ejemplo. Todos hemos visto cómo se degradan en las carreras de Fórmula 1 cuando hay más de 30 grados y el asfalto está muy caliente. Por eso, siempre, pero más en verano, es importante revisarlos antes de viajar y muy especialmente si el coche ha estado aparcado bastante tiempo, como suele ocurrir en ciertos pueblos turísticos, en los que pueden pasar 15 días sin que nadie se atreva a moverlo para no perder la plaza que tanto costó encontrar. La batería, el refrigerante y el aceite también son sensibles a las altas temperaturas, por lo que también hay que vigilarlos y cuidarlos un poquito más de lo normal.

“Lávame, que no me encojo”

¿Cuántas veces hemos visto el mensaje escrito en el parabrisas de un vehículo con más de un dedo de polvo? Si la limpieza es clave siempre para que tu Honda esté en las mejores condiciones y luzca como nuevo, en verano todavía hay que ser más metódico. Aparte de evitar subir al coche mojados y con arena para no estropear la carrocería y limpiar bien las alfombrillas, es importante limpiar concienzudamente cristales y espejos retrovisores, para mantener una buena visibilidad, bajos y ruedas con aire y agua a presión. Eso sí, no olvides retirar cualquier partícula de arena antes de ponerte a frotar duro para evitar rayar la pintura.

Y si vas a hacer un recorrido largo para disfrutar de tu Honda estas vacaciones y tienes algunas dudas, nada mejor que una puesta a punto en tu  Concesionario Oficial Honda de confianza, porque no hay nada mejor que una manos expertas.

Con todo esto, tu Honda y tú deberías estar más que preparados para afrontar los pequeños inconvenientes de disfrutar del descanso estival en la playa. Y, por supuesto, si no eres de playa, que lo tuyo es la montaña y las noches fresquitas, te ahorras varios de estos consejos. Seas del tipo que seas, ¡felices vacaciones!